Allí estaba mi jefe con su erección bien patente y sin saber qué decirme, no era la primera vez que me hacía la loca, le dejaba los informes encima de la mesa, y sin decir nada volvía a mi lugar de trabajo.
Esta vez, fue diferente, sabia de sus andadas, le gustaba mucho jugar con fuego, pero quién era yo para decirle algo, yo solo era su secretaria, y aunque como jefe no tenía ninguna queja, la verdad le veía un hombre demasiado sexual.
Aquel día cuando le vi de pie con esa inmensa erección, mis ojos no pudieron evitar ir a sus partes púdicas y quedarme como una boba con la boca abierta, las carpetas que llevaba se me cayeron al suelo.
En ese instante pensé tierra trágame, que hago ahora...
No me dio tiempo a pensar más, él estaba delante de mi agachado recogiendo las carpetas y yo de pie como una estatua de sal.
-Perdón, no sé qué paso, lo siento, déjeme las recogeré y lo dejaré todo en orden Señor.
-No importa, Luz ya las recojo yo, puede retirarse.
Salí del despacho más colorado que un día de calor sofocante, me fui al baño y me eche agua en toda la cara, no sabía si mi sofoco era por la vergüenza o por ver a ese hombre en todo su esplendor.
Nunca se sobrepasó en lo más mínimo y jamás le vi ojos de lujuria mirándome, verle asi excitado me hizo pensar ¿cuál sería el motivo de ese estado tan acalorado?
Pasaron varias semanas y no volví a ver a mi jefe fuera de sí, guardaba las formas y todo funcionaba igual que siempre, aunque algo había cambiado en mí, mis ojos ya no le miraban como jefe sino como un hombre muy deseable, la verdad que mi mente me estaba jugando malas pasadas, no quería meterme en un fregado que no sería nada bueno para mí, pero mi curiosidad me llevo hacer algo impensable.
Esa mañana me había propuesto seducirle, para ello me armé de valor y cuando llamó por el interfono para llevarle unos informes me dije ahora o nunca.
Llame a la puerta y espere lo establecido, abrí y allí estaba él sentado detrás de su escritorio con ese porte interesante, su traje y sus gafas le daban un toque personal muy atractivo y esa barba me excitaba lo más.
Él no esperaba mi reacción y cuando me vio abalanzarme hacia él sus ojos detrás de los lentes eran aún más grandes de sorpresa, yo no retrocedí ni un paso, estaba dispuesta a ver y sentir lo que hace semanas intuí.
Pero no esperaba su reacción, se levantó, y muy educadamente me dijo:
-Señorita, si está mareada podemos llamar al médico o llevarla a la enfermería, será mejor que salga y tome un poco el aire, ya reviso los contratos y más tarde se los llevo a su mesa. Gracias por su trabajo.
No me lo podía creer, ese hombre me había rechazado y encima, con elegancia, más humillada, no podía estar.
Salí del despacho, derecha otra vez al baño, esta vez mi acaloramiento no era por ver su erección, sino por ver a un hombre que no se aprovechó de mi lujuria.
Desde ese día, diré que a mi jefe le admiro más, no sé si mis fantasías se cumplirán, pero ahora sé que es un hombre formal.
PD. Esta historia, podría ser verdad, los personajes son ficticios, en esta ocasión he querido dar un giro al acoso masculino que lo hay, pero también al contario y todavía existen hombres que ante una situación evidente saben actuar no en beneficio de ellos, sino con respeto y como en este caso con elegancia, de no dañar ni humillar.
Campirela_
Me gusta el argumento y la redacción, te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz finde.
Gracias, Rafael.
EliminarEs otra manera de ver el acoso laboral.
Un abrazo, feliz finde
Es fregado cuando nos gusta un jefe. Todo se complica. El se porto cauto. Te mando un beso.
ResponderEliminarAjajjaja, ese término de fregado es curioso. A ver no nos vamos a llevar las manos a la cabeza y sabemos perfectamente que en los trabajos el roce continuo con compañeros y jefes, pueden y levantan pasiones, deseos y un sinfín de motivaciones.
EliminarPero mi mensaje en el relato es resaltar que al igual que una mujer tiene su derecho a decir NO, el hombre tan bien.
Eso para mí es igualdad de derechos.
Un besote, y que tengas un precioso fin de semana.
Las relaciones en el sitio de trabajo son siempre posibles mientras personas adultas así lo quieran y sepan separar lo laboral de lo amoroso, en tanto que el acoso nunca es algo que debe ser avalado de ninguna manera. Pero en lo concreto de tu relato, es cierto que él fue muy correcto en no ir más allá con la secre y aprovecharse de ese impulso atrevido de ella, ni tampoco tomarlo a mal, pero no hay que olvidar la génesis del relato, la excitación manifiesta del jefe ante la secretaria. Eso también podría ser acoso. Tal vez al fin de cuentas surja algo entre ambos.
ResponderEliminarBesos dulces Campirela y dulce fin de semana.
Tu primera parte del comentario totalmente de acuerdo, la segunda discrepo, no sabemos en el contexto que ella vio esa erección de él, por lo tanto, no es que fuera correcto por parte del jefe, pero hay situaciones que no se pueden controlar, y quizás la secretaria paso en el momento no adecuado, pero evidentemente por ella no era, al menos en ese momento el estado de excitación del jefe.
EliminarSin meternos de mayores terrenos, lo único he querido resaltar de este texto es que no por acceder a los deseos se demuestra más o menos la virilidad de un hombre.
En este caso, para mi opinión personal, él actúa perfectamente, tal vez fuera de la oficina podrían tener lo que ambos decidieran.
Un besote, y muy feliz fin de semana.
Por supuesto desconozco el motivo para esa reacción inicial del jefe, por eso digo que podría ser acoso, en condicional, ya que dependerá de la situación, por otro lado a cualquiera le puede pasar el ser sorprendido en un momento "incomodo", quien esté libre de pecado que lance la primera piedra :)
EliminarUn beso dulce más y dulce semana,
Ante el desconocimiento del porqué, el jefe fue pillado digamos que infraganti ante la entrada de la secretaria en su despacho, tal vez debió de quedarse sentado, porque él si era consciente de su erección, tal vez al levantarse fuera un acto reflejo de educación ante la entrada de la secretaria o una exhibición para que ella notara su virilidad, como eso no lo sabemos, y no nos vamos a quebrar la cabeza ajajja, pues lo dejaremos tal cual.
EliminarY si nunca se puede decir, "de esta agua no beberé porque puede que nos ahoguemos en ella"
Gracias. Por tu comentario.
Otro beso, para ti y por supuesto que tengas una buena semana.
A volte fraintendiamo alcuni comportamenti, mettendoci in situazioni davvero imbarazzanti.
ResponderEliminarBel testo.
Buon fine settimana e un abbraccio cara Campirela
Cuando se invierte los factores la situación cambia por completo, y a veces nos sorprendemos de las reacciones.
EliminarUn besote, feliz fin de semana.
Toda a vida, o relacionamento eram patrões, chefes, empregadas, secretárias, teve um cunho de sensualidade e sexualidade. Regra geral se for o homem a ter um olhar mais atrevido é assédio sexual para a mulher. Se for ao contrário, MUITO RARO é o homem que assim o considera. Faz parte dos genes humanos.
ResponderEliminarTambém gostei muito da música de fundo.
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FELIZ FIM DE SEMANA
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Las situaciones de la vida cambian y el acoso es verdad que en el trabajo como en la vida cotidiana es más por el hombre hacia la mujer que viceversa, pero ello no significa que no lo halla, y sea de forma mucha más sibilina.
EliminarUn besote, gracias, me alegra, que te gusta la música, a mí me encanta, jajajá.
Eso sí que no lo esperaba. Luz, la secretaria, se quedó decepcionada.
ResponderEliminarPero el jefe la evitó, siendo muy considerado.
Besos.
A veces un No también puede ser del hombre.
EliminarUn besote.
sí, todavía pueden quedar santos. yo pensaba que se habían extinguido, je.
ResponderEliminarun beso.
No diría Santo, más bien un hombre con criterio profesional y en este caso no se dejó llevar por el impulso de la secretaria y eso bajo mi punto de vista le hace más atractivo.
EliminarUn besote DRACO, ya sabes si eres jefe mantente en tu sitio ajajjaja.
Con un jefe yo no tendría apaños, pero es un buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, amiga.
Gracias, Maripau.
EliminarYa sabes el refrán que tenemos aquí, aunque a veces hay circunstancias que no se pueden evitar, como son las emociones y sentimientos.
Sería un tema con muchas opciones, lo que nunca se debe consentir es el acoso laboral y ser moneda de cambio para conservar el trabajo.
Un besazo y muy feliz semana.
Oh! My God!... Cómo puede un hombre resistirse a tan maravillosa seducción?
ResponderEliminarPero hoy quiero desearte una feliz Navidad, con mucha paz, mucha salud y mucho amor!...
Toda la felicidad del mundo, querida amiga.
Un gran abrazo navideño!
A.S. Ese hombre pensó tal vez por una vez bien...
EliminarTe agradezco tu felicitación y por supuesto que estas fiestas las pases en compañía de aquellos que deseas y todo sea para bien. Un besote