Fuego en tus labios, me llama, me quema
me arrastra sin miedo, sin pena, sin pausa.
Tu boca es esa promesa, es mi rito, pero tambiรฉn mi condena
y yo, fiel creyente, me entrego a tu escena.
Te deseo con hambre, con sed, con delirio
como el mar a la luna, como el sol al estรญo.
No hay tregua en mi cuerpo, ni razรณn en mi juicio
solo tรบ, solo ahora , solo el delicioso vicio.
Fuego en tus labios, incendio sagrado,
me quemas sin prisa, sin tregua, sin daรฑo.
Tu boca es un templo, mi fe, tu pecado,
y yo, peregrina, me pierdo en tus labios.
Tus manos me buscan, me esculpen, me elevan
mi alma se rinde, y mi cuerpo se entrega.
Desearte no es un juego, es fe que se revela
es perderme en ti, donde todo mi ser se quema.
Fuego en tus labios, mi cruz y mi gloria
no hay reglas contigo, ni miedo, ni freno,
tan libre el deseo, tan noble el pecado.
Fuego en tus labios, mi cielo terreno,
mi noche sin luna, mi todo robado.
Campirela_