viernes, 7 de febrero de 2025

El tacón

 


Ese día de primavera

fue mi  puesta de largo

cuando el aire alzo mi falda

y tú quedaste prendado.

No por lo que viste,

si no por lo que imaginaste

más una dama

nunca enseña todas sus cartas.

Te miré descarada,

más tú desafiaste mi mirada

me bajé mi falda 

erguida, más acalorada

Sentí pasos tras de mí

y una voz que me hablaba

aceleré mis pasos 

de nada sirvió

tú seguías los míos.

Hasta que en aquella esquina

quebró mi destino.

El tacón del zapato 

se quedó tendido

más el pobre yacía muerto

Antes de tocar suelo 

tus brazos me sujetaron

tal fue tu fuerza 

que tus manos 

quedaron tatuadas 

en mis brazos.

Esa fue tu marca 

la que hoy sigue intacta.

Febril me sentí

tus ojos me poseyeron

y tu boca trémula 

me enamoro.

Me encienden tus palabras

cuando te oigo nombrarme

Diciéndome 

que por culpa del tacón

te encerré en mi cárcel.

No sería al revés, ¿preguntó yo?

Que tu voz me conquistó

que tu boca fue alidada

 de mí sin razón.

Más no importa 

como fuere 

ya paso el tiempo

y volvió ese viento.

Alzando mi camisón

esta vez en la cama

un te quiero de por medio

yo diciéndote, mejor es hacerlo

Campirela_





viernes, 24 de enero de 2025

El Beso...




 Hoy me dijiste que posase mis labios sobre los tuyos

Y así lo hice, más mi humedad al unirse a la tuya

creo un laberinto donde divagamos sin rumbo.


Tus manos se posaron en mis caderas

y tu boca, bajo hasta mis pechos

Sentía como tu corazón latía 

el mio se desbocaba.

Ante mis colinas blancas

tus labios se paseaban

mi cuerpo salvaje

se derrumbaba.


Más todavía debías pasar 

por el túnel de la vida

donde tu sed y mis ansias

no dejaban de brotar


Allí encontramos 

el delirio, la dicha 

y un inmenso placer

momento divino

al contemplar nuestra desnudez.


Solo te pude decir

arde mi cuerpo

báñame con tu saliva

quemándome estoy

entre tus piernas

Campirela_


viernes, 10 de enero de 2025

Soñé contigo

 


Anoche soñé contigo

Sentí tus manos recorrer mi cuerpo

ellas traspasan hasta tocar mi alma.

Hoy volví a soñar contigo

Esta vez mi humedad 

cubría mi cuerpo

cargado de deseo

el tiempo no existía

no había un final

por esos mis ganas

de ti, perdurarán en el tiempo.

Es como estar en el jardín de las delicias

navegando entre tus entrañas

embriagada de tu sexo

no existe un¡detente!

Mi alma se pervierte entre tu cuerpo

mis gritos se oyen hasta en el infierno

tus palabras son susurros

  al oírte aceleras mis deseos.

Somos almas ardientes

buscando el éxtasis del placer

mientras lo encontramos

nuestras ansias se alimentan

de los fluidos que emanamos.

Eyaculamos felicidad

De mi sueño despierto

entre mis sabanas mojadas

el aire que respiro es tu aroma

y en mi boca tengo tu sabor.

Otra noche más

 has invadido  mis sueños

te busco en mi mente

y te hallo en ese rincón

el cual te pertenece.

El día comienza 

con una sonrisa

me bajo de mi nube

... Y comienzo a caminar.

Campirela_



miércoles, 1 de enero de 2025

Baile de mascarás de Dulce./Diciembre 2024



Cada fin de año Dulce, nos ofrece un baile de máscaras, seductor, sensual para terminar el año,  nuevas energías donde la magia y la fantasía sean la directriz principal de la última noche de año.

La partida de Billar



Otro año más, la invitación llego en un sobre lacrado para la noche de fin de año.
Esta vez, había una nota adherida detrás de la invitación, en ella en letras violeta decía: <Tengo una apuesta contigo, a ver quien resiste más a ser seducido por nuestros encantos< —Serás mi invitada a la última partida de billar de este año, tú vestirás de color azul, cuando estés en mi presencia, lanzaremos una moneda al aire, si sale cara jugaremos en el tapete verde, si sale cruz en tapete será del color de tu vestido. Este tendrá un gran escote en la espalda y debajo no llevarás nada, tan salo un liguero y tus tacones de punta afilada. Una capa negra te cubrirá del frío, y tu cabello lo traerás recogido, después veré que podemos hacer con él. Atentamente: El caballero del sombrero de copa. Cerré el sobre y pensé, ¿una partida de billar?, podría ser interesante.
Cada año me sorprendía más, una manera de terminar el año donde las bolas y el taco serían fundamental. Estaba lista, vestida de azul, más que un hada pareciera una vampiresa, con mi recogido bajo, lo adornaba con una tira perlas en uno de los lados. Llegué cinco minutos antes de la hora, subí aquellas escaleras y toqué la puerta del castillo, estas se abrieron en el hall, encima de la mesa había varios sobres cada uno con el nombre de la invitada, me acerqué y cogí el mío. De fondo se oía un piano, y el murmullo de personas, imagine que algunos de los invitados ya estarían en el salón. Al abrir mi sobre, había una indicación, sube al primer piso, busca la Habitación Violeta y espérame allí, mientras si lo deseas puedes echarte una partida de billar tu sola… Subí las escaleras, allí estaban dos grandes mesas de billar, una con tapete azul y otra verde. El ambiente era acogedor, la música de fondo, era un blues donde Koko Taylor estaba sonando su mítica canción I' m a Woma, eso me gusto, pues no sé cómo lo sabría, pero es el tipo de música que en esta ocasión me apetecía escuchar. Deje mi capa sobre el sillón, y me dispuse a coger un taco de billar, ordene las bolas en su triángulo y cuando iba a dar, oí el pomo de la puerta, abrirse. Como siempre tan enigmático, sus ojos a través de se mascara eran chispeantes, se acercó, me cogió la mano y la beso. Sus labios húmedos dejaron, ese primer contacto en mi piel, haciendo que sintiera que algo me iba a proponer. Metió su mano en el bolsillo del pantalón y saco una moneda, al aire la lanzo y en un leve susurro me pregunto, cara o cruz. —Cruz —Cara, elijo tapete. Se acercó de nuevo a mí y con sus dedos acaricio mis pómulos. Se quitó la chaqueta y quedo en camisa, cogió un taco y me invito a sacar yo primero. Coloco en el tapete mis dos bolas, la blanca y la negra, tiro y dejo las bolas en una posición perfecta para hacer carambola, te doy paso a ti. Las bolas han quedado en una buena posición, mientras intenta lanzar, me coloco tras de él, mis redondeces chocan con su espalda y mis pezones, los notas clavados en ti. Ni te inmutas, el juego de la seducción está equilibrado, aunque tus planes parecen ir, por otro lado. Empiezas a sacar punta a mi taco de billar, te miro extrañada y con una subida de ceja, me haces titubear. Te acercas a mi espalda y posas tus labios, sobre la piel que deja al descubierto el escote de mi vestido. Mi piel se eriza, no me esperaba que tan pronto comenzara el cortejo, de quien puede seducir a quién. Entrecierras tus ojos, un suspiro débil sale de tu boca y me das esperanzas de que esta partida quede en tablas. Me arriesgo y siendo muy osada, alcanzo tu cuello… lo beso, lo lamo y llego con mi lengua hasta el lóbulo de tu oreja, esa es por ahora mi mejor baza. Te muerdes los labios, la partida no está terminada. Ahora eres tú quien me bajas el vestido y bajas hasta mis pezones, los lames y llegas hasta mi ombligo, allí te detienes, tus dedos escalen como si fuera la montaña del Everest y haces que toda yo me estremezca de placer. Estado a punto de rendirme, pero aún quiero más, desabrochó tu camisa, mis dedos navegan por tu torso como una pirata en busca de refugio, bajo mis manos y entre dos columnas de mármol está el palo mayor, me aferro a él, no quiero naufragar. La partida está poniéndose dura, ninguno de los dos queremos tirar la toalla. Ahora eres tú quien ataca de nuevo, te aferras a mis dos enormes esferas, adornadas con dos fresas rosadas y en punta esperando que sean consoladas. Es cuando veo que tus manos cogen el palo del billar y le das tiza en la punta para hacer en un segundo carambola. Mi mente se imagina de igual manera como coges mis piernas y la subes en esa mesa donde hace un segundo casi ganas la partida. Ahora es cuando en serio comienza el juego. Me apoyas en la mesa y mi Caos interno le tienes frente a ti, te le ofrezco, justo para ser penetrado. Embestimos, carambolas van y vienen, sudamos, nos empapamos en nuestros propios fluidos, me tienes en un campo ardiente, mi cuerpo absorbe toda tu energía, es como si las bolas de billar estuvieran dentro de mí, todo el color en mi cuerpo, solo falta la blanca la que tú vas a depositar en el siguiente vaivén. Estallo en mil pedazos, no solo mi cuerpo, mi recogido ha saltado y la diadema de perlas por el suelo ha quedado, mi melena cubre mi rostro empapado de sudor, pues tu bola exploto dentro de mí, me rompo, me desmayo te has apoderado y dueño te has hecho de mí. A duras penas, puedo caminar, me despego de ti, y mirándote a los ojos, te pregunto¿Puedo besar al campeón, ofreciéndole mis bolas de marfil? Y tú respondes, ¡claro que sí!
Campirela_

Gracias, Dulce por tan lindo detalle.


Gracias, a ti por la invitación, siempre es un placer asistir a un evento tan especial donde todas tus invitadas somos atendidas con suma cordialidad. I