Deseo excesivo...
Sentada ante el espejo espero tu llegada, faltan menos de cinco minutos y estoy preparada para recibirte como nunca antes lo hice. Solo llevo tu camisa blanca sin ropa interior, mi pelo cubre mis pechos tan sólo un leve canalillo asoma a través de la camisa, suficiente para que tus ojos se fijen en él, nada más verme.
Cierra la puerta su mirada descarada me observa de arriba abajo muy lentamente. Hoy le veo diferente, hay fuego en todo su cuerpo, viene derecho hacia mi, me levanta la cara con su mano y deja un suave beso en mis labios, me dice ven...y yo le sigo.
Noto como mi cuerpo se excita, al tiempo que huelo su olor a hombre, que desprende bajo su camisa, de repente se gira y me achucha contra la pared, cogiendo mis manos por encima de mi cabeza, siento sus labios en mis pechos como los acaricia, su lengua recorre mis pezones, con la otra mano me abre las piernas y con una sutileza inmensa va recorriendo mis muslos hasta llegar a donde le espero con ansias. Solo acabamos de comenzar y mis piernas son regueros de maná. Su boca se dirige buscando la mía, y mis manos se suman para poder acariciar ese cuerpo que me pide placer, mis manos juegan con su ropa hasta dejarle libre de ataduras textiles. Yo sigo con su camisa creo que le excita mucho más que la lleve puesta, mueve sus dedos debajo ella sobre mi espalda y está convulsiona de placer, nuestros cuerpos se unen sintiendole cerca muy cerca de mi, pero nos queda todavía mucho camino que recorrer hasta que nos lleve al placer inmenso, mientras disfrutaremos de nuestras caricias, gemidos y respiraciones entrecortadas viendo como se eriza nuestra piel, como contorneamos nuestros cuerpos...después tendremos sexo, lujuria y tal vez repitamos nuestro juego, mañana otra vez.
Campirela_