La sesión fue excelente, las joyas que tenia que lucir para el catálogo era de una elegancia exquisita al igual que su valor material.
Él ya me había dicho que lo pagaban bien, lo que no me dijo es que el único vestuario era mi propia piel y que ella estaría allí.
Note su mano en mi hombre, cálida y suave. Mis ojos se cerraron en ese instante, mi piel se erizo, lo recuerdo porque Jhon el fotógrafo tuvo que tomar varias tomas más, desde su objetivo se veía el vello en plena excitación . " palabras de él".
_¡Nena tranquila hoy no tendremos sexo, hoy es solo trabajo!_
Al oír esas palabras notaba como mi vagina se contraía entre mis muslo y al roce con ellos la humedad comenzaba a florecer...
Las luces se fueron apagando en ese momento crítico de excitación ella me tomo con sus dedos y me hizo temblar, solo duro un instante, Jhon se acerco con sendos albornoces.
_Chicas, perdón por el retraso, pero poneos esto no quiero que os resfriéis, mañana la sesión será al aire libre y os quiero como dos rosas abiertas y floridas.
Más allá del trabajo artístico y ese dominio de sus dedos no hubo nada más, terminamos y solo fue el roce de sus labios y un te llamo.
Aquella noche mis sábanas se humedecieron y mi almohada fue testigo de silenciosos gemidos, no por pensar en él sino en ella.
Campirela_