viernes, 29 de abril de 2022

Un recuerdo romántico



 El tiempo ha pasado tan rápido

y tú regresas a mi memoria

entonces éramos dos en un solo cuerpo

nos amábamos, creíamos que seria eterno.

Que equivocados estábamos

el amor dura hasta que algo 

en él se va marchitando.

Pero hoy  te recuerdo

no sé, me vino tu rostro

a la mente, tu boca, tus manos

tu cuerpo esbelto

y tu cabello rizado.

Un rayo de luz 

reflejo aquella noche el rio

solo tú y yo 

y la luna de testigo.

Aún recuerdo

 nuestros cuerpos desnudos

mojados disfrutando 

como dos enamorados

me besabas, acariciabas

  nuestros cuerpos temblaban.

Allí en el rio me hiciste mujer, 

allí perdí mi inocencia

para entregarte no solo mi cuerpo

 sino mi corazón

Nos juramos amor eterno

como ves no pudo ser

pero no me arrepiento 

por qué nuestro amor fue real.

La vida nos separo 

hoy vuelves  a mis recuerdos,

tal vez sea añoranza

endulzada con  amor.

La vida nos cambio 

nuestros rumbos fueron distintos,

pero si algo tiene la memoria 

es que el amor primero 

se queda en ese lugar preferente

que corresponde a las cosas 

importantes.

Campirela_






viernes, 22 de abril de 2022

Deseo contenido

 


Mis manos parecen hormigas trepando por tu cuerpo

van en busca de algo 

 tal vez sepan ellas más que yo

lo que desea mi cuerpo, 

sediento de tu sexo.

Más con tu boca me derrito

me embriaga cual droga

me embelesa y dejo que me arrastre 

hasta desarmarme y dejarme sin fuerzas.


Aquí, ahora te deseo

no quiero más retrasos 

solo sé que de placer 

me muero.

Me dices que te habite

que beba de la savia de tu boca

que tu corazón es mío 

hasta que este estalle

será ahora o tal vez esta noche.

Campirela_



jueves, 14 de abril de 2022

Un relato diferente....

                                 Si pinchan en la imagen les llevará a la Habitación Violeta


Ataduras
Este relato es la primera vez que escribo algo de esta temática de BDSM, ( un proyecto de Dulce por su aniversario bloguero)

Experiencias Ilimitadas.

Soy nueva en este club, ni tan siquiera sé cómo he llegado, tal vez sea el desengaño amoroso, o tal vez las ansias de libertad de tanto tiempo ser una persona abnegada a los demás.
Mi primer encuentro fue algo que nunca olvidaré, me enseño a ser en verdad quien era yo.
Ese día comenzó siendo distintos a los demás, de entrada yo no era la misma persona que me había acostado la noche anterior.
Mi desayuno fue mucho más nutritivo, cereales, zumos, y una barrita energética de alto contenido en sodio, todo esto era el principio para prepararme para una sesión de sexo duro. Para ello mi alimentación tenía que contener nutrientes en cantidad para no llegar a una posible deshidratación por exceso de sudor. 
Mi vestuario era diferente lencería sexy, taconazos, medias, corsé y ese vestido negro de cuero ceñido que marcaban mis caderas como ninguna prenda anterior las había marcado.
Mi perfume tan bien fue diferente, el olor era embriagador, le compré en una tienda donde eran especialista en perfumes afrodisiacos, según ellos su aroma penetraba en la pituitaria y hacía que las feromonas se dispararan.
Estaba casi lista para tener mi primera experiencia en BDSM, me miré al espejo y vi una mujer distinta, mis ojos destellaban libertad y mi cuerpo deseo, lujuria y mucha aventura.
Al llegar al club todo estaba impoluto, el portero, un hombre alto, corpulento, bien vestido, me pidió el carnet del club, lo saqué de mi bolso y me dio las indicaciones pertinentes.
Al entrar en la sala vi varias parejas tomando una copa  charlando amigablemente, es como si todos ya se conocieran, mi primer paso fue tomar una copa y observar, no sabía que me esperaba, pero algo tenía claro, me dejaría llevar por la magia del misterio.
Hacia mí vino una mujer exuberante, me saludo ofreciendo su mano, después me llevo a un lugar discreto donde me expuso las reglas del juego. 
_ Todo claro, Pandora
_ Sí, pero mi nombre es...
_ Sip, aquí eres Pandora, no se te olvide.
Después de presentarme a componentes del club, y tranquilizar un poco mis nervios de primeriza, vino el momento inicial, un sonido tibio de campanillas hizo que el murmullo de las charlas quedaran en silencio.
Aquella mujer que me bautizo con mi nuevo nombre estaba en medio del salón en posición de comunicar algo que todos los presentes ansiaban, sus caras era delatadoras de ello. 
_ Amigos, ha llegado la hora que cada uno de vosotros elijáis a vuestra pareja como ya sabéis, hoy toca a la mujer elegir a su amo, durante el periodo de dos horas él será su dueño y señor  hará bajo su mandato todo lo acordado entre ambos antes del comienzo y sobre todo recordar siempre la palabra de seguridad.
Ya tenía en mente quien sería el mío, solo faltaba que le eligiera antes que otra dama del salón, fui con decisión, le mire y él asumió mi elección.
Desde ese instante quede en manos de un desconocido, este hecho un paso delante de mí, me miro y únicamente dijo:
 Sígueme,  fui a contestar, pero no me dio tiempo, se giró con una  mirada penetrante.
_ Cada vez que te hable, tu respuesta ha de ser "Si amo"
Entramos en una sala de dimensiones pequeñas, pero reconfortante, la decoración sencilla, pocos muebles, pero muchos aparatos que desconocía de su servicio,  más tarde supe para qué eran utilizados.
Paris, ese  es  el nombre de mi amo, lo supe al finalizar nuestra primera sesión fue indulgente conmigo, antes de comenzar ya noto que era mi primera vez, así pues no fue demasiado estricto, me enseño poco a poco a disfrutar del sexo de otra forma.
Comenzó por mandarme que me despojara de mis vestimentas, pero también de mi personaje y me centrará en mi misión hacerle disfrutar del sexo en toda su dimensión.
_Si amo, fue mi respuesta. Observe que eso le complacía. 
Una vez en ropa interior, _no quiso que me despojara de ella_ me dijo que así le excitaba más ver mi lencería, pues ya la quitaría él  a su modo. 
Vi que cogió unas cintas de cuero negro,  me ato las muñecas detrás de la espalda,  con voz firme  me ordeno que me sentara en la silla en medio de la habitación y que abriera mis piernas todo lo que pudiera, eso me dio un poco de pudor, abrí las piernas y mi sexo quedo casi al descubierto. Mi amo no me quitaba la mirada de encima con  un gesto de cabeza ordeno que podría abrirlas más, obedecí, baje la cara y él con la mano la subió.
_ Solamente cuando yo lo diga la agacharás mientras tanto quiero ver tu cara _
Si amo.
Bien, ahora quiero que con tu boca abras mi pantalón, y con esa lengua hagas que mi sexo arda como el fuego.
Mi cara estaba a la altura de su bragueta, acerque mi boca a ella y comencé mi labor, abrí lentamente la cremallera, observe su  miembro, no estaba suficiente excitado, pero tenía un grosor, con toda la ayuda de mi boca y cabeza, logre con esfuerzo bajar los pantalones, y dejarle en ropa interior creí oír un gemido, pues no levante mi rostro hacia él, seguí  con la misión de liberar  su miembro aquello iba cogiendo longitud, antes de tener todo fuera me cogió de mi cabello y me hizo parar.
Ahora vamos a jugar, quiero que confíes en mí y obedezcas, solo si te sientes mal, házmelo saber con nuestra palabra mágica.
Si amo; sigue hasta que te mande parar.
Su falo estaba fuera del todo, él me cogió de la cara y me dijo ahora ya sabes saborea  al señor y hazle sentirse en el olimpo, esas palabras me excitaron de un modo que mi boca era el mejor manjar que alguna vez tuvo su señor. Sus latidos dentro de ella así me lo confirmaban, mis manos atadas se estaban perdiendo el contacto con su dos bolas del mundo.
La felación estaba siendo un placer para mí y como no para él, mi boca se llena de flujos salivares y esperma fluyo por toda mi cara, el primer objetivo fue realmente magnífico, hubo algo que nos compenetró él mandando y yo obedeciendo.
Quedamos relajados no sin  oír un estruendo de suspiro de mi amo y señor, allí en ese momento supe que lo sería su fuerza, su sabor, algo sentí dentro de mí que me dejo tatuada para él.
Sin quitarme las ataduras se arrodilló ante mí me obligo abrir aún más mis piernas y del mismo modo que saboree su señor él me lleno de su saliva mi cueva sagrada, llevándome donde jamás nadie lo hizo, mis gritos eran la forma de liberar mi tensión, de darle las gracias por el placer  que me daba, cuando llegue a mi clímax bajo su densidad, y se alejó de mí, me desespere, pero él sonreía, quiera veme así frustrada de no alcanzar mi gran orgasmo por qué él es el dueño y señor, mi cara se transformó se tensó, hasta que sin darme tregua volvió inclinarse y su cometido fue sus dedos dentro de mí,  un grito que fue gutural hizo que mi esencia se derramará por mis muslos llegando al suelo, no era real lo que sentí, pero si lo fue mis brazos me dolían de no poder moverlos como me hubiera gustado, pero la atadura me lo impedía, el placer era tal que no importó.
Esa sesión primera fue el comienzo de algo nuevo para mí, mi liberación sexual. 
Paris me enseñó con él, aprendí a sentir el sexo de una forma que nunca pensé que existiera.
Campirela_


Feliz cumpleaños del blog, once años dan para muchos poemas, pero tan bien para forjar un amistad desde las letras y el saber estar como demuestras en cada uno de tus comentarios...Gracias Dulce,









viernes, 8 de abril de 2022

Escalera al Infierno

 



  Allí estaba sentada en mitad de la escalera, esperaba algo, pero no sabía el qué. Él vivía arriba, cada noche a la misma ahora regresaba a su casa. Esa noche sería especial, me encontraría a mí, allí, provocativa, esperando el pecado o tal vez el infierno.

Vi como pulso la luz del portal,  oí el sonido de sus zapatos, al igual que los latidos de mi corazón acelerado, la sangre corría por mis venas como una veloz gacela.

Mientras, aproveché para poner  una pose seductora, subí más mi minúsculo vestido y entreabrí las piernas lo justo para insinuar que bajo él, era nula mi ropa interior.

El choque de miradas fue letal, la carpeta que llevaba en la mano salió escaleras abajo, solo le sonreí. 

¡Tranquilo, únicamente quiero tu cuerpo, los papeles no me interesan!

Aquellas palabras fueron fuego para él, su cara ardía, su cuerpo temblaba,  noté que algo en él tenía vida propia, su  erección era más que evidente. Desde mi posición la escena era excitante, notaba como mis muslos se iban humedeciendo a la vez que mis ojos solamente tenían una dirección.

_ Perdona, si obstaculizo tu camino, retiraré mis piernas  hacia un lado, así podrás llegar a tu destino. 

Él no supo que contestar, simplemente se acercó hasta donde estaba.

Justo en ese instante, descruce mis piernas, ahí sus ojos se encontraron con ese otro mundo oscuro y misterioso clavo, su mirada  en mi monte de venus, descubriendo el color de mi  vello.

Llegados a este punto su masculinidad se notaba  cada vez más temblorosa bajo su pantalón, fue aquí donde con  picardía le hable de una manera singular.

_ Deberías comprar una talla más de pantalón, este parece que te queda algo estrecho, de todos modos si sigues subiendo hasta el quinto por las escaleras al final adelgazaras tanto que cuando llegues arriba los pantalones los tendrás en los talones. 

Mi voz sonaba suave y picarona, en esta ocasión él ya se dio por aludido de mi jugada, tenía dos opciones pasar de mí o seguir hasta el final ¿Cuál sería la elegida?

Unos segundos  inciertos hasta que por fin me levanté rozando  con mis pezones su tórax, la chispa  explotó y allí seguimos en las escaleras con nuestro juego de seducción.

_ Cada vez me gusta más este entretenimiento,  me dijo susurrándome al oído, hacen que nuestra relación llegue a un nivel  tan alto de excitación que mis orgasmos son prolongaciones de estasis, de pasión y placer hacen que te desee salvajemente, desde que encendí la luz del portal y te vi sentada en la escalera mi sexo comenzó a tener su propia danza, como te desee, pero seguí lo acordado y este es el resultado.

Ahora ya lo sabes, cada final de mes haremos encuentros donde pongamos todo nuestro énfasis en avivar la llama del deseo, estoy derritiéndome entre tus brazos, mi cuerpo tiembla y toda yo soy una calentura, ardo de ansias de pecar ya sea aquí mismo o quemándome  contigo en el infierno.

Campirela_







viernes, 1 de abril de 2022

Ensoñación

 


Me gusta cuando me dices, que le robo momentos al tiempo, tal vez sea para retenerlos en mi memoria en ese rincón donde guardo todas las cosas importantes.
Por eso robo tu presencia y renuncio  a  mi tiempo para poder estar a tu lado, pues solo un instante es compensar toda una eternidad.
Solo sé que las caricias que no te dé, quedaran revoloteando en el aire, para cuando pases a su lado las sientas como el soplo de una pequeña brisa, tú sabrás que son ellas, porque llevaran mi aroma.
Como ves divago entre letras pensándote a la vez que te imagino, soñándote a la vez  que te siento y así paso los días, las noches y los años y mi amor se perpetua hasta el fin de los tiempos.
Campirela...