Allí estaba en mi primera cita
con mi vestido de gala, te esperaba
Tú llegaste con tus mejores galas
cenamos, entre velas y miradas.
Terminamos la cena con una promesa
en la mente, que esa noche sería diferente.
Me cogiste de la mano, y sin decir palabra encaminamos
derechos a tu casa.
El deseo contenido cada vez era más fogoso
pues antes de entrar en ella tus besos me quemaban.
No dimos tregua a los preámbulos
rompiste mi ropa antes de llegar a la cama.
Fue un sexo desenfrenado,
nos embadurnamos en nuestros cuerpos
el deseo nos atrapó
y entre tanta lujuria, yo me preguntaba ¿ mañana qué ropa me pondré?
Campirela_
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