FELIZ NAVIDAD...
Me pides que desnude mi cuerpo
porque con tu boca ansiosa quieres derretirme.
Bucólicas se encuentran nuestras miradas,
acentuadas por la lujuria del deseo…
el mismo que usas para morder mi boca
mientras te agarro por el pelo.
Qué bonita estampa de navidad,
me dices, cuando ves vislumbrar
entre mi lencería roja…
todos los adornos de mi cuerpo escultural.
Cuando las doce campanadas comiencen a dar,
nosotros estaremos desaparecidos.
Tu miembro hará que la campana
no deje de sonar.
Me propones una cena rica:
De entrante, las cerezas de mis pezones,
de primer plato tu ombligo de sudor relleno,
de segundo mi concha con sabor a mar...
Y de postre las fresas de tus labios,
aderezados con lengua trufada de pasión.
Para el día de reyes
ya sé cuál es mi regalo …
un consolador de oro forjado,
de mirra e incienso perfumado.
Campirela_