Era una noche más de verano, calurosa, tediosa y con ganas de que se pasará pronto el mes de agosto y poder volver a comenzar un nuevo ciclo de trabajo y nuevos proyectos, estaba leyendo ensimismada en el nuevo capítulo cuando sonó el teléfono.
Levante el auricular y oí como una señorita pronunciaba mi nombre junto con mis apellidos, sí soy yo, al instante mi cara cambio de gesto, no era posible me llamaban para ocupar una plaza de monitora en el campamento de Rio Mundo, siii le dije, no hay ningún problema cuando debo de estar allí, muy amable me explico que lo antes posible que habría una persona que me recogería en Riópar el pueblo que está más cerca del lugar del campamento.
Una vez explicado todo y el tiempo que estaría, sería hasta final del verano, fantástico era lo que necesitaba para salir de Madrid de este horrible calor que cada vez lo llevaba peor.
Una vez colgado el teléfono me dispuse a coger un pequeño bolso de viaje para meter ropa cómoda y prendas prácticas para lo que iba a ser mi tarea de trabajo sería unos pantalones cortos camisetas y alguna chaqueta y jersey, ya que las noches allí son frescas, unas buenas botas de andar por el campo y alguna chancleta para la piscina, bañador, toalla y poca cosa más mi neceser también era escueto, pues en él lo más importante jabón, desodorante, y támpax que no se me olviden, y colonia, ah y mi peine de púas anchas para desenredarme el cabello largo.
A la mañana siguiente me embarco en el autobús rumbo a Riópar, el viaje era de dos horas aproximadamente lo cual lo emplee en ver algunos folletos sobre el terreno y repasar en lo que iba a consistir mi trabajo. Iba a suplir al monitor de juegos, pues había tenido problemas de salud y tuvo que dejar el empleo por eso lo de llamarme a mí, pues era la siguiente en la lista de convocadas, eche un ojo al trabajo que ella hubo llevado a cabo desde el mes de Julio que comenzó y vi que todo el día tenían actividades, pero las noches estaban un poco desiertas en ese aspecto ahí fue donde dije" Eureka” aquí es donde me centraré yo.
Cuando llegue a mi destino vi una ranchera que estaba en la esquina de la calle y dentro de ella había un chico no más mayor que yo al volante, me dirigí hacia él y me presente.
—Hola soy Janis la nueva monitora me dijeron que habría alguien esperando para llevarme al lugar del trabajo espero que seas tú.
Al instante me dirigió una mirada a través de sus gafas de sol y solo salió por su boca un sí seco y directamente un, sube, tengo prisa.
Me dejo tan fría que no supe reaccionar solo obedecí, me senté de copiloto y no abrí la boca en todo el trayecto, claro después del recibimiento quien dice algo, yo no estaba dispuesta a crearme ningún enemigo el primer día de mi trabajo.
Los días fueron transcurriendo, eran muy amenos, los niños son muy agradecidos cuando les haces reír, pues tengo que decir que el trabajo era sumamente agradable, estábamos todo el día atareados no solo en juegos sino en lecturas animadas sobre cuentos e historias que hacían que abriéramos la mente a la imaginación.
Las noches había hecho un plan para que cada una fueran diferentes, me constó, pero logre mi propósito hasta que un día me llamaron a que me personase en la cabaña del señor director… uinss me sonó un poco raro, pero bueno no tenía por qué preocuparme todo estaba saliendo bien no había quejas por parte ni de los niños y de mis compañeros, que debo decir que eran muy amables y me pusieron al corriente de todo el funcionamiento y organización.
Cuando entre en la cabaña cuál fue mi sorpresa que detrás de una mesa de mimbre muy acogedora estaba él… Él mismo que fue a recogerme, nada más entrar se levantó me sonrió y me dijo que me sentara que deseaba conversar conmigo sobre el nuevo giro que habían dado las noches en el campamento.
—Me senté y le dije soy toda oídos, usted dirá que es lo que no le gusta del cambio y si podemos solucionarlo.
Comenzó diciendo que los baños nocturnos no le gustaban ya que no había suficiente luz y eran peligroso, que tampoco quería que fueran más de las doce de la noche cuando todos los niños estuvieran ya cada uno en su cabaña correspondiente y que las charlas tan fantásticas a veces no eran muy buenas, ya que había niños que habían tenido pesadillas ... yo me quede absorta de tanta tontería, pero luego en frio reconocí que lo de bañarse cuando ya era de noche había sido una imprudencia por mi parte, ahí si le tuve que dar la razón, pero en lo demás no estaba dispuesta a que ese ser tan prepotente me comiera la cabeza sobre mi trabajo.
Así mismo se lo hice saber y con un enojo de la leche me levante, y me fui hacia la puerta cuando de repente vi su mano puesta en mi brazo como intentando retenerme allí, lo mire de tan mala gana que de inmediato me soltó y solo oí un perdón, no era mi intención no le di lugar a que dijera nada más salí y di mi portazo correspondiente.
Los días iban pasando y cada vez me sentía más cómoda aunque no podía quitarme de la cabeza al que más tarde me comunicaron que era el dueño del campamento. Un hombre divorciado y padre de dos niños que estaban allí pasando las vacaciones con él, ahora entendía por qué lo de tener más cuidado con los niños… dentro de lo que cabe tenia razón.
Faltaba una semana para qué finalizará una experiencia maravillosa, los días habían pasado sin darme cuenta y me sentía realmente feliz con mi puesto de trabajo, sino fuera por el sabor de boca que me dejo mi charla con el “gran monitor” como le llamaban, bueno no tuve muchas oportunidades de verle, hasta que una noche paso algo mágico,sí, mágico porque todavía no me lo puedo creer es como un cuento de hadas con príncipe y princesa.
Eran más de las doce de la noche, finales de agosto, de esas noches bochornosas estaba en mi cabaña y no podía conciliar el sueño decide que una cosa era que los niños no pudieran bañarse, pero yo estaba en todo mi derecho salí descalza con mi pijama de verano y una toalla al hombro dispuesta a darme quizás el último baño nocturno de la temporada no se oía ni un alma todos estaban durmiendo o eso pensé yo, fue una de mis tantas locuras, me quite las dos piezas que cubrían mi cuerpo y me lance al agua como había llegado a este mundo, esa libertad que te da tu cuerpo sintiendo el agua es algo fascinante, la oscuridad, el calor que emanaba mi cuerpo mi hizo que me relajara tanto que no oí llegar unos pasos, una vez que abrí los ojos le vi de pie en el borde de la piscina mirándome como el que ve una visión, pensé uf era demasiado bonito para que fuera real, se me va a caer el pelo, la charla que me va a dar… pero no, descubrí a otra persona ante mí, cuando me dijo: —¿Cómo está el agua? Casi me quedo helada de repente, si hablaba y además su tono era muy muy sugerente... le conteste que deliciosa y él me dijo, te importa si compartimos piscina … Para nada hay de sobra sitio para los dos.
Ante mí estaba el ogro que hasta entonces le consideraba y que en unas décimas de segundo se transformó como un cuento, en un príncipe.
Vi como se despojaba de sus pantalones y su polo cuando pensé que se iba a tirar con sus bóxer, se los quito y quedo delante de mis ojos en pelota pica y yo como una boba no dejaba de mirarlo, pero bueno que era lo que estaba pasando había luna llena y estábamos todos locos o era un espejismo.
Antes de que me diera cuenta estaba a mi lado diciéndome lo buena que estaba el gua a esas horas, no pude por menos que echarme al sonreír recordando el raspa polvo que me echo por bañarnos a altas horas, bueno no era cuestión de eso ahora.
Jugueteamos con el agua y nos echamos unos largos, cuando descansábamos charlamos que hacía una noche maravillosa y me pregunto si mi instancia había sido agradable, también se disculpó del trato que me dio el primer día, que fue a recogerme, que no tuvo un buen día y quizás yo fui la persona menos indicada para que se portara así.
Lo disculpé nosotros dos personas en una piscina una noche de verano que no habíamos tenido un buen encuentro surgió la magia del placer, no sé en qué momento jugando me cogió por debajo e intento hacerme una broma que logro que nos cayésemos los dos hasta el fondo, una vez subimos a la superficie las risas eran lo que predominaban en el silencio de la noche, él se acercó tan sutilmente que sentí sus manos en mi cintura y un escalofrío me subió toda la espalda al tenerlo tan cerca.
Sentir su respiración, su olor me embriago un deseo incontrolable de tenerle cerca y acariciarle, por eso le rodeé con mis manos y le atraje más hacia mí, su contacto con mi piel era muy agradable sentirle tan cerca no tardamos en mirarnos y sin decir una sola palabra nos besamos, no sé de donde salió tanta pasión y tanto deseo, se notaba en nuestros cuerpos como se envolvían el uno con el otro desnudos y en el agua el calor manaba a través de nuestra piel.
Nos fuimos arrimando a un punto de apoyo para poder poseernos con más fuerza, pues yo notaba como mis pechos se iban endureciendo a la vez que sentía su pene cada vez más erecto entre mis muslos, su boca me devoraba buscando la mía y yo no se la ocultaba deseaba a ese hombre y no sé por qué, tampoco era el momento de ponerme a pensar era mi cuerpo el que quería sentirle y no sería yo quien le quitará ese placer.
Cuando estábamos suficientemente ardientes los dos salimos de la piscina y con la tolla que yo había llevado nos arropamos y fuimos corriendo como perseguidos por fieras a su cabaña, cerro la puerta y como dos adolescentes locos de pasión nos besamos por todo nuestro cuerpo recorrimos cada sitio, boca, nariz ojos muslos todo, en un segundo estábamos en la cama el uno frente al otro.
Mi sorpresa fue cuando sin mediar palabra vi como mi príncipe de cuento se bajaba hasta mis pies y con sumo cuidado cogía mi dedo y lo metía en su dulce boca, mm era refrescante era sensual como saboreaba mi dedo y con sus manos recorría mis pantorrillas, al llegar a la parte alta de mis muslos se paró y eso me hizo que me estremeciera quería que sus dedos siguieran y llegaran al sitio más placentero de mi ser, pero no, tendría que esperar a que él se decidiera, yo solo estaba recibiendo placer, un placer que me llevaba a otra dimensión del sexo.
Una vez chupo todos mis dedos, se dirigió a mi boca y me beso con ternura, con pasión, su lengua recorría cada rincón de mi boca y yo la recibía con devoción y deseo este hombre me estaba volviendo loca, mis gemidos eran cada vez más fuertes y todavía no me había tocado casi nada de mi cuerpo, era hora de que reaccionara y sintiera él también todo lo que yo estaba sintiendo.
Cuando termino su beso de lo más lujurioso y apasionado me tumbe a horcajadas sobre él poniendo mis pechos en su dulce boca, antes quería explorar su cuerpo y para ello me tome mi tiempo y con las yemas de mis dedos fui acariciándolo poco a poco, observe que cerraba sus ojos y se dejaba llevar, fue cuando junte mis labios en su oído y le dije, muy suave si le gustaba, un siiiiiii fue suficiente como para seguir por ese camino dulce y placentero.
Con pequeños movimientos sobre su pene mi cuerpo se giraba despacio rozando todo su miembro mojado, deseaba estar dentro de él, queríamos que aquella noche de placer fuera larga y para ello teníamos que controlar nuestros cuerpos él me cogió mis pechos y en suaves giros los tocaba muy delicado y con sus hábiles dedos mis pezones los hacía bailar, como me gustaba sentir esas yemas en mi, su boca no tardo mucho en succionarlos y tenerlos dentro de ella, yo me retorcía de placer era como un volcán quería más y más.
Mi cuerpo giraba en torno a su verga que la sentía cada vez más dura sus golpes eran más fuertes sus testículos estaban en la puerta de mi cueva queriendo entrar como diera lugar, fue entonces cuando se levantó y cogió un pañuelo y me dijo, confías en mí, yo solo dije siiiiii.
Me tapo los ojos y me subió los brazos por detrás de mi cabeza solo sentía su respiración cada vez mas agitada, oía como cogía algo y se untaba en las manos, cuando le sentí sobre mí, me dijo que era aceite, su olor me gustaba era como hierbas algo fresco, me unto por la espalda y por las piernas me daba frescor y a la vez calor, pues sentirle así hacía que mi clítoris subiera de temperatura y lo que más me excitaba era que le sentía, pero no le veía.
Cuando abrió mis piernas, sentí sus dedos que iban a penetrarme me dio un vuelco el corazón era una sensación maravillosa sus dedos entraban en mí como si conocieran mi cuerpo desde antes de nacer, los quería, eran la justa medida y me hacían sentirme la mar bien, mis gemidos eran como truenos, este hombre quería matarme de placer sabía como guiarme al clímax y si seguía así lo iba a conseguir pronto, cuando estaba a punto de correrme, siento que sus dedos abandonan mi cueva y en su lugar noto algo húmedo uffff no puede ser su lengua me vuelve loca si antes mis gemidos eran truenos ahora ya son gemidos de placer al máximo exponente mm creo que voy a derretirme entre sus manos como siga así, no puedo masss mm, noto como mis jugos salen fueran de mí, le cojo del pelo y le pido que por favor siga … él sigue martirizándome y yo, ya no sé lo que soy, mis piernas no puedo con ellas y chorreo toda, estoy mojada empapada e inmensamente feliz.... mi grito de desesperación hace que tenga un orgasmo detrás de otro y mi cueva sea un pantano de esencia que brota a través de mis piernas.
Ya más calmada este hombre que me ha hecho llegar a lo más alto de la cima me pregunta que si quiero más, por favorrrrr másss no le digo a hora te toca A TI.
Porque yo quiero hacerte disfrutar lo que tú me has hecho a mí.
Cojo el pañuelo y esta vez soy yo la que se lo ato a las muñecas y lo sujeto al cabezal de la cama, tenerlo quieto solo para mi ...
Cuando le observo su rostro me doy cuenta de que es muy atractivo sus labios me gustan son apetitosos y saben muy rico, le chupo y muerdo ese labio que me fascina introduzco mi lengua en su boca y juego con ella es tan jugosa que nos eternizamos con nuestro juego de húmedas lenguas, pero calientes como brasas, cuando despego mis labios de los suyos mi lengua la paso por su cuello lo lamo de arriba abajo mientras mis manos juegan con sus pezones y, mi boca se va hacia uno de ellos los chupo y los lamo con la punta de mi lengua noto como su cuerpo de estira y creo oír un pequeño gemido, eso me gusta quiero que sienta tanto placer que no olvide esta noche nunca.
Mis manos juegan con su ombligo y mi lengua quiere también ese orificio, lo quiere todo, quiere saborearle entero como él ha hecho conmigo conforme voy bajando más siento esos deseos de tenerle dentro de mí, aunque antes quiero saborearla, quiero tenerla en mi boca y jugar con ella, cuando está en mis manos, es tan suave delicada, que parece que me diga que la acaricie, que la mime, su ojito me lo dice muy suave y yo me rindo ante mi juguete preferido.
La masajeo con delicadeza subo y bajo lo largo de todo tu tallo su glande es tan rosita y está como una flor a punto de salir, mojo con mi saliva mi dedo y lo paso por su glande, mm me gusta ver como se mueve es como si bailara para mí, me bajo hacia él y lo beso, lo acaricio y lo lamo, está tan rico, sabroso que en un impulso lo llevo a mi boca y lo meto hasta lo más profundo de mi garganta, está hace que me dé unas arcadas, es tanto el deseo de tenerla ahí que se pasa de inmediato, la saco y la meto y es cuando siento que el hombre dueño de ese juguete tan jugoso se está estremeciendo debajo de mí y eso me hace sentir en ese momento la dueña de él.
Sus convulsiones son cada vez más fuertes y no quiero que eyacule todavía eso quiero que lo hagamos los dos a la vez, así es que es hora de parar el ritmo y dejarle un poco oxígeno, así es que decido dejarla fuera de mi volcán por unos segundos y compartir con él su sabor.
Para ello me subo encima de su cuerpo y somos uno solo abro su boca con la mía y nos fundimos en un largo y nutritivo beso.
En un casi susurro me dice que le quite el pañuelo, decido que es hora de que los dos volcanes erupcionen a la vez.
Le desato las muñecas y se las cojo con mis manos se las masajeo, pues están un poco rojas, en un instante me coge de las manos y me pone de pie junto a la pared … Sus manos son fuertes no me deja moverme, me da un ligero beso en los labios y me gira cara a la pared, mi cuerpo desnudo está ante él, me da un azote en el culo y me dice que abra bien las piernas, obedezco y noto como introduce un dedo dentro de mi vagina y con el otro empieza a masturbarme el clítoris uf dios este hombre puede conmigo mis gritos están subiendo el nivel es cuando me tapa la boca con la otra mano y eso hace que mis dientes no puedan más y le muerdan mmmmmmmm es insoportable tanto placer, deja sus dedos de mover y en ese momento noto como su verga entra en mí, me dice que me mueva a mí me gusta y él se vuelve loco ahora te toca a ti de sufrir, mis caderas no paran de moverse lentamente haciendo círculos, despacio, más deprisa es como una noria, sube y baja y nuestros cuerpos están sudados, extasiados deseosos de más y más placer, es un punto en lo que no podemos parar solo queremos estar dentro él uno dentro de otro y ser una sola persona, así es el ritmo loco impuesto por los dos nos viene el mayor clímax que hemos tenido jamás … Es una explosión de pasión, lujuria, deseo todo es un coctel para que la noche ardiente haya sido un éxito.
Caemos rendidos agotados y sobre todo satisfechos, mi cuerpo está relajado... mañana será otro día … Hoy tu esencia ha sido mía.
Campirela....
Texto reeditado
Gran narradora. Digno de La Sonrisa Vertical.
ResponderEliminarBrillante.
Gracias Pitt, me alegra que te haya gustado , pero todo se puede superar .
EliminarUn besote y feliz velada.
Intenso relato para un momento de pasión y lujuria sin límites.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Rafael , por comentar.
EliminarFeliz noche .
Eso sí es cambiar la opinión de una persona :) y confirma que no siempre las primeras impresiones son duraderas. Me hizo gracias aquello del ojito :D Por otro lado el término caballa me resulta curioso, yo conozco cabaña, pero no como lo dices tú.
ResponderEliminarBesos dulces Campirela.
Gracias por decirlo es cabaña , el error fue mio , por otro lado es cierto que primeras impresiones pueden variar , y de hecho aquí lo vemos reflejado ..y bueno siempre hay que poner una nota de humor a cualquier texto y aquí le toco al " Ojito" .
EliminarGracias amigo por tu comentario te deseo un buen día .
Y estaba claro que esa iba a ser la derivación de esa rivalidad.
ResponderEliminarY resultó cierto lo de las duchas nocturnas tenían un peligro, el peligro de las emociones descontroladas, el placer, la seducción, el erotismo.
Besos.
Jaa Demi , lo has visto desde el plano de la seducción , la verdad que este relato lo escribí hace tiempo , sobre la marcha me pareció que un campamento siempre hay alguna aventura , en este caso de profesora y jefe ..
EliminarGracias por comentar , siempre me ayudan todos los comentarios a enriquecerme en todo .
Un abrazo feliz miércoles.
Madre mía… Aún no he recuperado el aire… Qué fructífero viaje… Y es que, cuando uno desata su interior, ya no hay freno ni primeras impresiones…
ResponderEliminarMantienes un ritmo de incitación que va in crescendo, detallando cada gesto y caricia… Una entrega total y sin límites, en esa complicidad que surge en el agua; lugar potencialmente excitante… para luego proseguir… hasta el éxtasis culminado de ambos…
Un placer leerte, querida amiga… Así, con tanta intensidad…
Bsoss enormes, y muy feliz y ”calurosa” tarde! 😘
Ayyyyyyyy! guapa , jajaja antes escriba bueno , es mejor decir contaba a mi manera cosas que imaginaba en relatos cortos así fue como empece y este es de hace ya un tiempo , me alegra que te haya gustado de vez en cuando un relato aventurero esta bien , relaja la mente y altera el corazón ..
EliminarGracias mi linda amiga por tus comentarios siempre los valoro no sabes cuanto y como antes dije al amigo Demi , aprendo mucho de todos vosotr@s.
Feliz noche y besos todos los que quieras muakk